miércoles, 8 de abril de 2020

Levadura                                                                                  Las palabras de la Palabra 
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Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel
Éxodo 12.15

Como parte de los preparativos para la pascua, al pueblo de Israel se le ordenó limpiar sus casas de levadura, no solamente eso, sino limpiar su cuerpo de levadura es decir, no comer “leudado”. En el Nuevo Testamento se explica que la levadura es un símbolo del pecado. Necesitamos extirpar el pecado de nuestras vidas, sin embargo, ¿es esto posible? Ningún ser humano puede ni podrá, entonces ¿cuál es nuestra esperanza? Para eso retornamos al Antiguo Testamento y encontramos que el punto culminante de la Pascua es el sacrificio de un cordero, la sangre del mismo sería esparcida en los dinteles de la puerta de las viviendas. Nuevamente el cordero es un símbolo y esto se explica en el Nuevo Testamento, el  evangelio de Juan 1.29 nos dice acerca de Jesús: “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.
Podemos intentarlo millones de veces, no podemos quitar el pecado de nuestras vidas, pero el sacrificio de Jesucristo quitará el pecado de nuestra vida. ¿Cómo accedemos a esta bendición? Debemos arrepentirnos y entregar nuestras vidas a Jesucristo, todo lo que somos, lo que tenemos se lo entregamos a Él y a partir de ese punto nada nos pertenece, somos hechos administradores de todos los recursos que Dios nos da. Ya no vivimos para nuestros objetivos, vivimos para Su gloria y ese es el privilegio más alto.


Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 
   Gálatas 2.20



miércoles, 8 de enero de 2020

Entendimiento

Entendimiento                                                                                      Las palabras de la Palabra 



El entendimiento es pieza fundamental y no accesoria de la fe de un creyente verdadero. Por ejemplo, en Colosenses 1 nos indica que Pablo oraba y daba gracias a Dios por la fe de los habitantes de Colosas (v. 4), su creencia en Cristo no es una dogma que se acepta por decreto: más bien, en los siguientes versículos nos aclara que esta fe produce un cambio de vida, y esto ocurre desde el momento en que entendemos la realidad de la gracia de Dios. El asunto no para por ahí, Pablo indica que continuan orando para que el Señor les de entendimiento espiritual para comprender, conocer Su voluntad. Por aquí nos detendremos un momento, es necesario que conozcamos y no superficialmente, sino profundamente Su voluntad. Esto requiere un cambio en nuestro patrón, nuestro tipo de pensamiento, si nuestros pensamientos son transformados entonces toda nuestra vida es transformada, esta no es una frase mía, viene de la Palabra de Dios: Romanos 12.2. 
No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
El argumento de Romanos simplemente refuerza la misma idea. Volviendo a Colosenses, Pablo sigue en la misma línea aunque de argumentos negativos, se refiere a una serie de proposiciones que más bien explican cuál es el estado de quienes tienen un entendimiento en tinieblas, el versículo 21 en el que indica que eramos sus enemigos en nuestra mente. Es decir nuestra forma de pensar nos hacía enemigos de Dios, la gracia del Señor se manifiesta en que aun en este estado de enemistad que nosotros teníamos, él decidió venir y morir y derramar Su sangre y con ella limpiarnos de nuestros pecados de una vez y por todas (Hebreos 7.27). También podemos ver que el motivo de la oración de Pablo era que los ojos del entendimiento de primeros discipulos sean iluminados (Efesios 1.17-18), para que comprendan/conozcan la esperanza, las riquezas de Su gloria y la superioridad de Su poder. 
Pablo oraba para que los colosenses tengan toda la riqueza que produce tener una fuerte convicción y esta fuerza procede de un adecuado entendimiento. La pregunta que viene a continuación es ¿entendimiento de qué o a quién? Este entendimiento está relacionado inicialmente a comprender todas las dimensiones de la gracia de Dios y también a comprender de forma plena Su voluntad, estos dos elementos apuntan hacia lo mismo, hacia conocerlo a Él. Entender a Dios no es una cosa mística, es un privilegio y ese privilegio es para todos los creyentes, no mediante ceremonias ocultas ni nada parecido, ¡entender a Dios mismo es posible desde el momento que ponemos nuestro entendimiento y razonamiento bajo la sabiduría del Señor y estudiamos Su Palabra!
 Ofensa                                                           Las palabras de La Palabra 

παράπτωμα

Luego de una gran ausencia, puedo retomar la escritura en mi blog. En este momento estoy estudiando las palabras de epístola a los Efesios. La palabra que llamó mi atención se encuentra en el versículo 1 del capítulo 2

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados

Pablo hace una distinción entre delitos y pecados. El vocablo utiliado para delitos es παράπτωμα (paráptoma), que quiere decir resbalón, desvío, error involuntario o una transgresión voluntaria. Su significado literal es caer a un lado, apartarse de lo que es correcto. Nuestra vida es vulnerable tanto al pecado (algo de lo cual hablaré en una siguiente oportunidad) y también a los resbalones sean intencionales o voluntarios, estamos sometidos a nuestra naturaleza caída. En este contexto negativo, resalta la gracia del Señor, que dice que nos dio vida en medio de nuestros delitos y pecados. Es decir, de nuestra parte no había nada que pudiese lograr el favor de Dios, todo lo contrario inspírabamos desprecio y animadversión. El único que puede ver el grado de miseria es el mismo que puede extender su mano de misericordia y salvarnos es Dios mismo (Jesús, Emmanuel=Dios con nosotros) y el relato en los versículos siguientes habla de la gracia hacia nosotros. Para conocer las buenas noticias (evangelio) debemos reconocer las malas noticias.  


Levadura                                                                                   Las palabras de la Palabra   Escuchar audio ...