Levadura Las palabras de la Palabra
Escuchar audioSiete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel
Éxodo 12.15
Como parte de los preparativos para la pascua, al pueblo de Israel se le ordenó limpiar sus casas de levadura, no solamente eso, sino limpiar su cuerpo de levadura es decir, no comer “leudado”. En el Nuevo Testamento se explica que la levadura es un símbolo del pecado. Necesitamos extirpar el pecado de nuestras vidas, sin embargo, ¿es esto posible? Ningún ser humano puede ni podrá, entonces ¿cuál es nuestra esperanza? Para eso retornamos al Antiguo Testamento y encontramos que el punto culminante de la Pascua es el sacrificio de un cordero, la sangre del mismo sería esparcida en los dinteles de la puerta de las viviendas. Nuevamente el cordero es un símbolo y esto se explica en el Nuevo Testamento, el evangelio de Juan 1.29 nos dice acerca de Jesús: “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.
Podemos intentarlo millones de veces, no podemos quitar el pecado de nuestras vidas, pero el sacrificio de Jesucristo quitará el pecado de nuestra vida. ¿Cómo accedemos a esta bendición? Debemos arrepentirnos y entregar nuestras vidas a Jesucristo, todo lo que somos, lo que tenemos se lo entregamos a Él y a partir de ese punto nada nos pertenece, somos hechos administradores de todos los recursos que Dios nos da. Ya no vivimos para nuestros objetivos, vivimos para Su gloria y ese es el privilegio más alto.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2.20
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